La luteína, se extrae de los pétalos de flores Marigold, una fuente natural potente de luteína. Además, cada cápsula blanda contiene cantidades significativas de zeaxantina natural, que es un carotenoide estructuralmente y funcionalmente similar a la luteína.
La Luteína es un carotenoide de ocurrencia natural que se encuentra principalmente en frutas y vegetales. Cuando las personas lo ingieren se concentra en una zona del ojo llamada la mácula, un área pequeña situada en el centro de la retina.
Los investigadores han descubierto que la luteína protege la mácula mediante la filtración de los tipos de radiaciones de luz potencialmente dañinas. La Luteína ha sido llamada nuestras “gafas de sol naturales” debido a su capacidad para proteger los ojos contra el daño por las radiaciones de luz, actuando como filtro óptico y antioxidante.
La luteína y la zeaxantina son carotenoides nutricionalmente importantes que se encuentran naturalmente en verduras, a menudo de colores brillantes, como el maíz, la espinaca y la col rizada.
Al igual que muchos otros carotenoides, la luteína es un nutriente antioxidante importante que protege a las células sanas del daño oxidativo y de los radicales libres. Los radicales libres son sustancias químicas inestables formadas en el cuerpo durante cualquier metabolismo y durante la exposición a fuentes ambientales, como la contaminación y el humo del cigarrillo.
Los radicales libres no son inherentemente malos, son necesarios para el metabolismo energético y la función inmune. Pero cuando un número excesivo de radicales libres se forman, pueden atacar las células sanas, especialmente los lípidos de la membrana celular y las proteínas. Se asume que este proceso contribuye a una serie de enfermedades degenerativas.
Los estudios sugieren que se requiere un mínimo de 6-10 mg diarios de luteína para que puede ser beneficiosa a la salud. Uno de estos beneficios es el rol de la luteína en la salud de los ojos, específicamente para reducir el riesgo de la degeneración macular asociada a la edad o maculopatía senil (DMAE, AMD en inglés).
La DMAE ocurre cuando el delicado centro de la retina, la mácula, se deteriora debido al daño lento pero continuo del envejecimiento. La mácula es una zona pequeña de la retina responsable de la visión central y de la agudeza visual. Una salud deficiente de la mácula puede causar estrés oxidativo en el interior de la retina, provocando una pérdida de la visión central.
Según la Alianza Internacional para la DMAE, la DMAE seca (o no exudativa), la forma más común y leve de DMAE, es responsable del 85-90% de todos los casos. Se desarrolla gradualmente con el curso del tiempo y en general causa sólo una pérdida leve de la visión. Un identificador clave de la DMAE es un grupo de pequeños depósitos grasos, redondos, blanco-amarillentos, llamados drusas, en la parte central de la retina. Las drusas se acumulan en el tejido epitelial pigmentario de la retina (RPE) debajo de la mácula, haciendo a ésta más delgada y más seca. El nivel de visión perdido está relacionado con la ubicación y grado de adelgazamiento macular causado por las drusas. En ocasiones se forman nuevos vasos sanguíneos anormales (DMAE húmeda o exudativa). Por esta razón es importante para las personas con DMAE seca acudir a examinar regularmente sus ojos, ya que puede eventualmente convertirse en la forma húmeda de DMAE.